Demonios internos, todos los tenemos

Hay momentos buenos otros no tanto, hay momentos en que esos demonios internos salen a flote y es difícil controlarlos, están tan desesperados, tan hambrientos, tan sedientos, que se apoderan de ti, de tus emociones, acciones y palabras. Sienten que tienen el control y lo tienen momentáneamente, dicen y destruyen a su paso, pero la pregunta es ¿cuánto tiempo han estado presos?.

Solo los encerraste, no los sanaste, hiciste de cuenta que no estaban, cuando si estaban y gritan cada vez que pueden, salen cada vez que ven una pequeña oportunidad para volver todo MIERDA, especialmente tú mente. Traen tus más íntimos temores a flote y todos se convierten en tus enemigos menos ellos, te hacen creer que son tu mejor aliado, que son los únicos que te entienden y te alejan de quienes te aman, te esconden porque te quieren solo para ellos, sabes que en cualquier momento los puedes volver a encerrar y tomarás el mando de tu vida. Querido pero cuando dirás no más, cuando te dejarás de engañar y de victimizarte, no estás cansado de ser víctima, de que los demás sean los culpables, cuando aquí no hay culpables (responsables lo llamaría yo) eres responsable de tu vida y de tus demonios, eres responsable de darle el control de ti y tus heridas, a tú ego, miedo, ira, frustración, dolor, arrepentimiento, angustia; todo eso que no te deja evolucionar. Y si se siente como una lucha, pero tú eres quien decide quien gana, la vida se va, se va en este instante, quienes aman se irán, tú en algún momento te irás de este plano terrenal.. AVANZA